Madre. Mamá. Mami. Ma. Vieja. Mamu.

Un hijo, dos, 3 hijos. La niña, el nene, la parejita. Hijos no nacidos. Hijos con capacidades diferentes.

Madres. Madres en pareja. Casadas, divorciadas o solteras. Madres en familia tradicional o monoparental. Madre padre. Mapadres viudos. Madre abuela. Madres en diversidad afectivo-sexual.

Las situaciones de la realidad son muchas. Y nos animamos a decir que una por cada persona. Pues todos tenemos una interpretación de la realidad única. 

En esta nota de blog, y aprovechando el Día de las Madres en Puerto Rico, nos proponemos reflexionar un poco acerca del impacto que tiene ser madre en la vida, tanto para sí misma como para los hijos. De cómo hay que aprender a soltar y de entender que cada uno es responsable de su propia vida.

Debemos aclarar que, para simplificar la lectura diremos madre, cuando perfectamente puede ser del género masculino, y diremos hijos, en plural, cuando puede ser uno, y con la o, cuando en toda la nota nos dirigiremos a hablar de hija mujer, hijo varón, o no género, indistintamente.

También puede ocurrir que el síntoma de madre, también aplique a los padres en general.

Codependencia vs responsabilidad.

En consulta, recibimos muchas madres con el síntoma de “culpositis aguda”. 

-¿Y eso?

-Ah, ¿que no lo conocías?

-No.

-Pues, es posible. Si bien es verdad que el nombre de este trastorno nos lo inventamos nosotros como para poner un poco de humor, todas las sensaciones y emociones manifestadas en torno a la culpabilidad en una relación madre-hijo son ciertas.

La “culpositis aguda” se trata de tener la creencia que como madre, eres responsable de los actos que cometen tus hijos por la educación que le has brindado. 

Es una falsa creencia.

Si bien, es cierto que, la madre debe educar y acompañar a los hijos en su crecimiento y maduración con conciencia y responsabilidad, todas se encuentran en un diferente grado de consciencia y madurez emocional. Asimismo, también es innegable el amor incondicional que despierta ser madre y que toda madre desea lo mejor para sus hijos.

Es por estas razones, justamente, la que debe ser la piedra basal para quitar la presión que te pones por el comportamiento de tus hijos y la consecuente sensación de culpa.

Hasta cierta edad, como madre le brindas todo lo mejor que te han enseñado y has aprendido, dejas de hacer lo que has recibido de tus padres y no deseas para ellos. Ellos copian, internalizan. También recibe educación de la escuela, de la familia en general, de la religión, de la sociedad y de las redes sociales. 

Ya en la adolescencia ellos empiezan a diferenciarse, a adolecer de cosas que sienten que no son propias para empezar a gestionar su propia vida, con sus propias decisiones y sus propios intereses. 

Y de adultos, es hora de volar. Los hijos, ya de adultos, son responsables de su vida. Todos como adultos necesitamos tomar las riendas de nuestra vida y gestionarla tal como deseamos. Si hay bloqueos que impiden avanzar, es momento de pedir ayuda a profesionales de la salud y el bienestar.

La culpa es una emoción que viene por sentir que estás traicionando algún principio. Vamos a poner un ejemplo extremo pero real, tu hijo fue acusado de robo, en ese caso, crees que eres una mala madre porque ese comportamiento no es acorde a los valores inculcados. Piensas que ha traicionado tus principios, porque tu hijo no fue educado para robar, pero lo hace, y sientes culpa. 

Cuando los hechos de culpa se repiten, una y otra vez, ahí es donde decimos “culpositis aguda”. pregúntate,  ¿Qué principios estoy traicionando? y transforma esa emoción que lo único que logra es hacer daño.

Recuerda 3 preceptos:

  • tenemos energías que nos nutren y otras que nos drenan. Elige aquellas que sean favorables para tí. Esto significa que, cuando te dejas llevar inconscientemente por las emociones que te hacen sufrir te quedas sin energía, y cuando actúa emociones que te llevan a emociones elevadas, de plenitud, sientes que te nutren. 
  • todas las emociones densas pasan al cuerpo, se somatizan en enfermedades o dolencias. Por eso es tan importante ir gestionando esas emociones negativas como la culpa, quizá también traerá enojo. Y cuando hay enojo, lo más probable es que se transforme en una acción contra “un otro”. Si pensamos en el ejemplo del niño que robó, lo más probable es que haya un castigo severo, más que una comunicación auténtica. 
  • las acciones vienen de las emociones, que al mismo tiempo vienen de los pensamientos y los pensamientos de una creencia o programación mental. Es aquí donde interviene la terapia con hipnosis, para cambiar estas creencias y transformarlas a favor. En algo positivo para tí. Ya sabes que desde el Centro de Hipnoterapia y Bienestar de Puerto Rico estamos aquí para apoyarte.

El Itinerario es:

¿Cómo transformar esa culpa que sientes por los “malos” actos de tus hijos?

1.- Ser flexible, decir que es algo malo o bueno es subjetivo. Porque lo que crees que es bueno para tí puede que para el otro no lo sea. Y está bien. Todos somos diferentes. Tu hijo también. No eres tú. No es de tu propiedad. 

2.- Diferenciar aprendizaje de educación, pues si bien tú puedes haber dado cierta educación, tus hijos aprenden interpretando, como todas las personas en realidad. Pues tenemos filtros mentales que interpretan la realidad diferente. Es él con su propia realidad. Su propio aprendizaje que no es igual al tuyo.

3.- Ser compasiva, practicar el perdón contigo, primero, y luego con los demás. Una técnica muy bonita es el Ho´oponopono. El Ho`oponopono es un método de sanación usado ancestralmente por las familias hawaianas en la tradición Kahuna, y hoy está a disposición del mundo entero.

La técnica del Ho`oponopono actúa a tres niveles: de mí hacia otros, de otros hacia mi, y de mi hacia mi, y consiste en repetir como un mantra: Lo siento, Perdón, Te amo, Gracias. 

Para entender de qué se trata y su profundidad, tienes mucha información disponible en Internet. 

4.- Ser una PowerWomen. Dibujar la vida que deseas. Te mereces ocuparte de tu vida, disfrutar en todas aquellas cosas que amas hacer. Ya es hora. Ya criaste a tus hijos. Porque antes de ser madre, eres mujer. Por supuesto, debes aprender a hacerlo, pues la sociedad no está acostumbrada a ver a una mujer empoderada. 

También aquí te invitamos a leer una nota que hicimos acerca de esa posibilidad que tienes de dibujar la vida que deseas, cuando entiendes las situaciones que la vida te da y aceptas los procesos que has vivido. 

>>> Plan de acción para dejar de procrastinar y reconstruir el Canvas de tu Vida.

También te invitamos a leer acerca de los Procesos de Perdón en esta nota que compartimos contigo en nuestro blog.

4.- Eliminar las rigideces. Para ello es importante pararse en el paradigma de que la realidad la vemos como somos. La realidad ES y nosotros hacemos una interpretación de esa realidad en función a cómo somos. No hay nada así, o asá. Todo es perfecto tal cual es. La rigidez debe ir contrastada con la aceptación. Ya solamente pensar en ACEPTAR, el corazón se afloja, se llena de amor. Respira. Guarda esa sensación en el cuerpo. Medita.

5.- Eres Madre. Un SER totalmente independiente a tu hijo. ​​Porque ser madre es ser tu misma, es saber que la responsabilidad sobre ti, solo es tuya y de nadie más. Los hijos son del mundo y tú solo eres su vehículo, no su dueña. Tú sí, eres dueña de tu destino y tu destino es ser libre y feliz. Si te liberas tú, los liberas a ellos.

Si sientes que hay algo que necesitas trabajar en ese sentido, te invitamos a leer esta bonita nota que habla de los vínculos y de las relaciones de codependencia aquí.

Esperamos que todos estos ítems sean de tu ayuda. Si crees que puedes implementar otras alternativas para favorecer a tu crecimiento personal, puedes hacerlo. Siempre piensa que el objetivo es estar bien! Regálate libertad, te la mereces. 💪

Y ya sabes, si sientes que podemos facilitar y acompañar tu proceso de autosanación y  autodescubrimiento con nuestros servicios, estamos a tu lado.

Gracias por leer y acompañarnos 🙂

Un saludo bien fuerte de todo el equipo de @hipnosisPR