En la sociedad, solemos normalizar que cuando sentimos miedo, lo rechazamos. No nos gusta porque lo asociamos a algo malo. La realidad es que no es ni bueno ni malo. Simplemente, ES. 

El miedo es una emoción más, como cualquiera de las tantas emociones que tenemos los seres humanos (ira, alegría, tristeza, desagrado, satisfacción, etc.). Su función es tan primitiva como la supervivencia. Nos permite estar alertas, reaccionar y escapar eficazmente ante posibles peligros que podemos no ser conscientes. 

Así por ejemplo, cuando escuchamos un ruido en la noche, el miedo nos hace activar todos nuestros sentidos. 

Por esta razón, no es buena idea negarlos o rechazar esta emoción. Si es importante aceptar, gestionar y usar correctamente.

Pues, cuando ya son miedos intensos y desproporcionados que nos bloquea y anula nuestra capacidad de reaccionar y de hacer cosas que deseamos, pasan a ser FOBIAS. 

Y, junto con la fobia, el pánico y la ansiedad vendrán de la mano.

También conlleva cambios en la fisiología, los pensamientos y el comportamiento. Algunos síntomas físicos, como sudoración, sensación de no poder respirar, dolor de estómago, insomnio, temblor, palpitaciones aceleradas en el corazón, sequedad de la boca, escalofríos, u otros síntomas emocionales como la angustia, irritabilidad, tristeza, preocupación excesiva, etc.

Distintos síntomas que nos va debilitando la mente, el cuerpo, la autoestima y el sistema inmunológico.

¿Esta descripción te resulta familiar? ¿Sientes que estamos hablando de tí? 

Si es así, te invitamos a seguir leyendo…

La buena noticia es que ¡podemos ayudarte!. Nuestra misión es que puedas manejar todas esas situaciones que te impiden hacer cosas que deseas, como viajar, meterte al mar con tus hijos, cruzar un puente en altura, subir a un ascensor, tomar un tren subterráneo, cruzar un lago con sapos y otros animales, etc.  

En el Centro de Hipnoterapia y Bienestar de Puerto Rico podemos resolver eficazmente esas emociones para que puedas manejarlas de un modo más sano, que acompañe tu salud. 

En esta nota de blog, te contamos un poco de qué se trata, cuáles son sus orígenes y las diferentes terapias y tratamientos que existen hoy para impedir que esos miedos te controlen. 

Qué son las fobias

Ana tiene miedo a volar y su deseo es conocer Tailandia; Miguel se pone enfermo cada vez que tiene un exámen en el colegio y se dice que “no sabe nada” y decide no presentarse, una y otra vez, y la pasa muy mal; Maria evita todo tipo de reuniones sociales y ya sus amigos decidieron no invitarla más; Isabel no puede meterse al mar con su hijo porque se paraliza cuando siente que no hace pie en el fondo.

Son historias reales. ¿Cómo es posible que el miedo se torne en contra de la vida cotidiana?

El miedo, como mencionamos en párrafos anteriores, es una de las emociones básicas que todos sentimos en algún momento cuando percibimos una amenaza, real o imaginaría. Es una reacción adaptativa ante situaciones o cosas que implican un peligro real. 

Es necesaria, de hecho es la que permitió que la especie humana haya sobrevivido, pero siempre en su justa medida.

En nuestro mundo actual, muchas veces existe el temor a cosas que no deberían despertar este sentimiento. Es allí donde entra el concepto de fobia, o trastorno fóbico.

Por definición, la fobia es un miedo o temor intenso e irracional, de carácter enfermizo, hacia personas, situaciones, animales, u objetos concretos. 

  • No puede controlarse, por eso decimos que es intenso. La mayor parte de las personas que manifiestan algún tipo de fobia son conscientes que es una reacción emocional extrema, pero este conocimiento y asunción no impide que lo siga manifestando cuando llega el estímulo fóbico.
  • Es irracional porque esas situaciones o cosas no son de por sí mismas peligrosas y otras personas ni sienten molestia o incomodidad por ellas. 

Clínicamente, la fobia se trata de un trastorno emocional o psicológico que, incluso, viene acompañado de un componente de ansiedad, pudiendo generar ataques de pánico cuando la persona se expone al causante del miedo. 

Cabe destacar que, siempre hay una causa raíz, es decir, esa misma emoción de miedo intenso tiene un origen con forma de trauma en el pasado. En el caso de los niños, la existencia de fobia suele provenir de la pura imitación a los padres u otros familiares que terminan haciéndola suya.

Tipos y Clases de Fobias

La fobia recoge diversas texturas e intensidades. Podríamos decir que existen tantas fobias como seres humanos existen en el mundo. En la población, se manifiesta una vez cada 23 personas.

Los tipos de fobias más habituales son:

  • A los animales como insectos, aves,perros, serpientes, sapos, ratones.
  • Inyecciones, sangre y otras situaciones médicas, odontológicas u hospitalarias.
  • Espacios cerrados.
  • Lugares públicos.
  • Tormentas, oscuridad.
  • Lugares altos.

Cada tipo de fobia posee un nombre científico. A continuación te listamos algunos ejemplos, y la ordenamos alfabéticamente para una mejor búsqueda:

  • Acrofobia: miedo a la altura
  • Agorafobia: miedo a los espacios abiertos.
  • Agirofobia: miedo a cruzar la calle.
  • Algofobia: miedo al dolor.
  • Androfobia: miedo a los hombres.
  • Antropofobia: miedo a la gente.
  • Autofobia: miedo a estar solo.
  • Aracnofobia: miedo a las arañas.
  • Batofobia: miedo a la profundidad.
  • Catagelofobia: miedo al ridículo.
  • Cinofobia: miedo a los perros
  • Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados.
  • Demofobia: miedo a las multitudes.
  • Eisoptrofobia: miedo a los espejo.
  • Entomofobia: miedo a los insectos.
  • Eritrofobia: miedo al color rojo.
  • Ginofobia: miedo a las mujeres.
  • Hemofobia: miedo a la sangre.
  • Hidrofobia: miedo al agua.
  • Hipnofobia: miedo al sueño.
  • Hodofobia: miedo a los viajes.
  • Iofobia: miedo a los venenos.
  • Misofobia: miedo a los gérmenes.
  • Nictofobia: miedo a la oscuridad.
  • Omfalofobia: miedo del ombligo.
  • Patofobia: miedo a la enfermedad.
  • Pedofobia: Miedo a los niños.
  • Tanatofobia: miedo a la muerte.
  • Tocofobia: miedo irracional al embarazo y al parto.
  • Traumatofobia: miedo a los accidentes.
  • Zoofobia: miedo a los animales.

Terapia y tratamiento para el trastorno fóbico y las fobias.

Si bien es cierto que cuando tenemos fobia, nos bloquea y nos paraliza, incluso a buscar una solución, a continuación te listamos los tratamientos que creemos son alternativas viables cuando nos encontramos ante las distintas situaciones de miedos. 

Luego, pasamos a nombrar las distintas terapias que existen y ayudan a gestionarlos cuando se tornan irracionales y fóbicos.

El rol de la respiración en el control de los miedos

Cuando activamos en nuestro organismo una señal de alerta considerable, tendemos a hiperventilar, esto significa que hacemos respiraciones cortas y rápidas, o profundas tomando bocanadas de aire. En cualquier caso, tomamos más oxígeno del que necesitamos por ello aparecen sensaciones como el mareo, la falta de aire, palpitaciones, etc. 

Para disminuir los niveles de alerta ante determinadas situaciones, resulta muy útil entrenar e integrar en el día a día formas de respiración más controlada. Prácticas como el Yoga colaboran en este sentido y nos enseña técnicas para usar la respiración adecuada según sea la circunstancia. 

Si respiramos de forma consciente, prestando atención a la respiración, con los ojos cerrados y visualizando nuestro tercer ojo, favorecemos también la relajación y las posibles consecuencias físicas no deseadas. 

Somos lo que pensamos. 

La invitación aquí es ir teniendo más conciencia de los pensamientos que pasan por nuestra mente y dejar pasar aquellos que nos limitan, que no nos favorecen. Para transformar los pensamientos limitantes necesitamos practicar la consciencia de “Observarlos y dejarlos pasar, no identificarnos con ellos”. 

Manejar el miedo empieza con controlar esos pensamientos negativos diarios que nos invaden y todo lo que, internamente, nos repetimos, pues, al final, ese diálogo interno es el que emite órdenes a nuestro cuerpo y lo transforma en acciones (o inacciones).

Bajo esta premisa, el autoconocimiento es clave. A continuación, compartimos algunos tips que pueden ayudar: 

  • aprender a tomar conciencia de nosotros mismos, 
  • enfocarnos más en el momento presente (en el “aquí y ahora”), 
  • realizar actividades que nos provoquen placer, 
  • ir desconectando de las personas y situaciones que nos transmiten mala energía, o informativos que sólo hablan de noticias negativas. La queja es la principal causa del desgaste de energías.
  • acercarnos a personas positivas, que nos alegren el día. 
  • ocuparnos sólo de las cosas que podemos cambiar. No vale la pena preocuparnos por aquellas cosas que no está en nuestras manos hacer algo para modificarlas,
  • comunicarnos más y mejor con la gente que nos rodea, para que podamos canalizar en palabras los pensamientos (y emociones) que nos llegan,
  • practicar más yoga y meditación para drenar sanamente las situaciones que nos afectan.

La terapia NO ES para locos.

Hay ciertas culturas, y en algunos casos creencias generaciones, donde “nos miran raro” cuando le dices “estoy haciendo terapia”. 

De a poco, es necesario ir rompiendo con el mito de que la terapia es sólo para los que tienen algún tipo de trastorno psicológico. Por el contrario, la terapia es una ayuda, una guía, para que podamos transitar de manera más fácil situaciones que por nosotros mismos no estamos pudiendo

Mantener un proceso terapéutico cuando existen miedos desmesurados, es fundamental. En cualquier caso, el inicio del mismo debe ser voluntario y personal, con intención de querer someterse al proceso para resolver la situación que le trae conflicto.

La terapia de Exposición o de Choque, ayuda hasta el 90% de los pacientes con fobia. Asimismo, se puede complementar con la aplicación de Programación Neurolingüística (PNL), psicoanálisis,  Biomusica o Sincronización Hemisférica (SHEC), y técnicas terapéuticas de tercera generación y psicoterapia avanzada, con bases Sistémicos Construccionistas y fundamentos científicos Cognitivos Conductuales, de Análisis Transaccional y de Terapia Humanistas como la Gestalt

Nuestro equipo de profesionales del Centro de Hipnoterapia y Bienestar de Puerto Rico acompaña estos trastornos fóbicos con Hipnoterapia Holística. En consecuencia, durante las sesiones, nos ocupamos de la persona, en todo su SER, con una mirada en su cuerpo, mente, emociones y relaciones. Esto quiere decir que, enseñamos metodologías para dominar la ansiedad que conlleva estar con el estímulo de la fobia, y establecemos nuevas rutinas más armónicas con la vida y entorno de la persona, y permiten integrarse plenamente a su grupo social, familiar y laboral. Hacer Terapia con Hipnosis ayuda además a que el proceso se acorte y los miedos se diluyen entre 3 a 6 sesiones. 

En efecto, si te encuentras en esta situación de fobia, y deseas encontrar resultados de forma rápida y duradera, te acompañamos en el proceso terapéutico. Contacta con nosotros al +1 (787) 224-0333, por llamada o vía WhatsApp. También nos encuentras en las redes con @hipnosispr. Nuestras sesiones también las impartimos OnLine.